En nuestras sucursales podemos ajustar la corona o cambiar una pila, pero las reparaciones de piezas o la realización de una revisión básica tienen lugar en nuestra central de Hamburgo o en la sucursal de Glashütte, en Sajonia. A través de estas dos sucursales regentamos el mayor taller relojero independiente de Europa, lo que nos permite reunir nuestra destacada experiencia bajo un solo techo.
Al mismo tiempo, los nuevos tipos de relojes ya no son tan delicados como los antiguos. Sobre todo, están protegidos contra los efectos perjudiciales del tiempo y muchos de ellos son además herméticos. Hoy en día los relojes con movimiento mecánico también son capaces de resistir un golpe fuerte sin resultar dañados. Además, en la mayoría de los casos, los lubricantes modernos les permiten funcionar durante años con la máxima eficacia.
No obstante, hay algunos factores que pueden resultar perjudiciales para los relojes: con muchos de ellos no es recomendable entrar en la sauna o practicar deporte. Comprobar la hermeticidad también es importante, y se debería realizar con regularidad para evitar sorpresas desagradables, ya que es un factor clave para la vida útil de un reloj. Es posible que el reloj pierda hermeticidad tras un golpe o una caída sin que su dueño lo note de inmediato. Por lo tanto, todos los relojes se deberían llevar con regularidad al relojero para realizar estas comprobaciones. Le recomendamos que realice una visita cada seis meses a una de nuestras sucursales.
A continuación le ofrecemos información detallada —paso a paso— sobre nuestro exclusivo servicio de mantenimiento para relojes. Descubra el camino que recorre el reloj durante una revisión básica y cada una de las estaciones de nuestra gama de servicios.